Internet es una herramienta vital en la relación de las marcas con el consumidor post-crisis y a partir de ahora quien no esté en la red no existe, vaticina el estudio “The Next Best Brand” realizado por Método Helmer a través de su Observatorio Permanente de Tendencias, FUTUR:E.
Este estudio ha bautizado con un nuevo término al consumidor del futuro: el Persumer, una nueva figura que se está gestando y cuya denominación nace de la fusión de Persona y “Consumer”.
El Persumer reclama otro tipo de relación con las marcas a las que exige una comunicación de tú a tú y sin rodeos, mucho más implicada en su vida, sus problemas y su cotidianidad. El consumidor post-crisis quiere sentir a la marca más cercana, comprometida con su mundo y con capacidad para ofrecer alternativas nuevas, valientes y firmes.
El futuro consumidor sale reforzado de la crisis. Ha mantenido una postura cautelosa frente al consumo y crítica con las marcas. Y en esta línea se define el Persumer, un cliente que conoce su poder, su lugar en la relación marca- consumidor, y se considera el protagonista de esta relación.
Su espíritu crítico le pone en situación de poder elegir y se decantará siempre por aquellas marcas que percibe como bien definidas, que son claras y que no se andan con rodeos. La credibilidad es un valor en alza en este nuevo escenario y las marcas deben apostar por esa cercanía y claridad si quieren llegar a un Persumer que es exigente y maduro.
Atreverse a ser auténticos
Las marcas deben atreverse a innovar y a llegar al futuro consumidor de una forma renovada y diferente. Es momento de retomar la creatividad como una herramienta fundamental para la renovación de la marca, que le ayude a transmitir una imagen distinta, bien diferenciada y más auténtica. Según se desprende del estudio, las marcas deben reinventarse para resultar sostenibles y atreverse a ser diferentes, innovando no sólo en sus mensajes, sino en los canales para comunicarlos.
Es preciso romper moldes predeterminados y atreverse a explorar nuevas formas de comunicación. Lo diferente es ahora bien acogido, no hay parámetros cerrados sino propuestas flexibles que buscan abiertamente sorprender al consumidor del futuro.
El Persumer demanda que las marcas que se dirijan a él conozcan todas sus circunstancias y sepan anticiparse a sus necesidades y deseos. En esa nueva relación más directa y cercana, el consumidor post-crisis quiere experimentar la diferencia y autenticidad de la marca. Dejará de ser fiel a las marcas para convertirse en un adicto a las experiencias que éstas les proporcionan.
Las claves de la nueva relación, según el estudio son:
-Calidad en la comunicación (que implica alejarse de los superfluo)
-Originalidad (el Persumer no busca marcas, sino soluciones)
-Simplicidad (comunicación de la esencia, en contra de la sobre-información existente)
-Flexibilidad (saber adaptarse a cada rol y cada momento del cliente)
-Transparencia (comunicación clara, sin photoshop, sino bien definida)
-Valentía (arriesgarse a ser diferente)
-Sostenibilidad (los mercados forman parte de un todo, y deben ser sostenibles con el resto)
-Humildad (las marcas también tienen defectos, deben mostrar su lado humano)
-Credibilidad (las marcas deben mantener la coherencia entre lo que se vende, lo que se dice y lo que se hace)
-Compromiso social y ecológico.
Este estudio ha bautizado con un nuevo término al consumidor del futuro: el Persumer, una nueva figura que se está gestando y cuya denominación nace de la fusión de Persona y “Consumer”.
El Persumer reclama otro tipo de relación con las marcas a las que exige una comunicación de tú a tú y sin rodeos, mucho más implicada en su vida, sus problemas y su cotidianidad. El consumidor post-crisis quiere sentir a la marca más cercana, comprometida con su mundo y con capacidad para ofrecer alternativas nuevas, valientes y firmes.
El futuro consumidor sale reforzado de la crisis. Ha mantenido una postura cautelosa frente al consumo y crítica con las marcas. Y en esta línea se define el Persumer, un cliente que conoce su poder, su lugar en la relación marca- consumidor, y se considera el protagonista de esta relación.
Su espíritu crítico le pone en situación de poder elegir y se decantará siempre por aquellas marcas que percibe como bien definidas, que son claras y que no se andan con rodeos. La credibilidad es un valor en alza en este nuevo escenario y las marcas deben apostar por esa cercanía y claridad si quieren llegar a un Persumer que es exigente y maduro.
Atreverse a ser auténticos
Las marcas deben atreverse a innovar y a llegar al futuro consumidor de una forma renovada y diferente. Es momento de retomar la creatividad como una herramienta fundamental para la renovación de la marca, que le ayude a transmitir una imagen distinta, bien diferenciada y más auténtica. Según se desprende del estudio, las marcas deben reinventarse para resultar sostenibles y atreverse a ser diferentes, innovando no sólo en sus mensajes, sino en los canales para comunicarlos.
Es preciso romper moldes predeterminados y atreverse a explorar nuevas formas de comunicación. Lo diferente es ahora bien acogido, no hay parámetros cerrados sino propuestas flexibles que buscan abiertamente sorprender al consumidor del futuro.
El Persumer demanda que las marcas que se dirijan a él conozcan todas sus circunstancias y sepan anticiparse a sus necesidades y deseos. En esa nueva relación más directa y cercana, el consumidor post-crisis quiere experimentar la diferencia y autenticidad de la marca. Dejará de ser fiel a las marcas para convertirse en un adicto a las experiencias que éstas les proporcionan.
Las claves de la nueva relación, según el estudio son:
-Calidad en la comunicación (que implica alejarse de los superfluo)
-Originalidad (el Persumer no busca marcas, sino soluciones)
-Simplicidad (comunicación de la esencia, en contra de la sobre-información existente)
-Flexibilidad (saber adaptarse a cada rol y cada momento del cliente)
-Transparencia (comunicación clara, sin photoshop, sino bien definida)
-Valentía (arriesgarse a ser diferente)
-Sostenibilidad (los mercados forman parte de un todo, y deben ser sostenibles con el resto)
-Humildad (las marcas también tienen defectos, deben mostrar su lado humano)
-Credibilidad (las marcas deben mantener la coherencia entre lo que se vende, lo que se dice y lo que se hace)
-Compromiso social y ecológico.
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